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SEGÚN MARTIN RASKOVSKY, el nivel de software en Costa Rica es atractivo.
FOTO CORTESÍA MARTIN RASKOVSKY

Tecnologías de Información | Informáticos latinos buenos resolviendo problemas

30 años programando software


Roberto Sasso
Para El Financiero

Para Martín Raskovsky, son pocos los programadores que sobreviven tanto tiempo

Martín Raskovsky lleva la programación en la sangre. Desde hace 30 años crea programas compatibles con el sistema operativo Unix o con Internet y está más familiarizado con el lenguaje de Java, Perl, Fotran y .Net que con su lengua materna, el español.

Este hombre de 54 años de edad, dejó Buenos Aires, Argentina, en 1975 para estudiar computación en la Universidad de Essex, Inglaterra. Tenía la intención de terminar esa carrera en dos años, pero las vueltas de la vida lo llevaron a obtener un doctorado en esa materia y, posteriormente, a trabajar en reconocidas firmas, entre ellas, Clearpace Software Limited y The Information Management Company. Hoy es reconocido alrededor del mundo como un programador excepcional.

Raskovsky, quien nació en Buenos Aires pero es la cuarta generación de emigrantes rusos, vive en una finca en las afueras de Bristol, Inglaterra. Hombre de muchos talentos, también es apasionado de la fotografía y la poesía, las cuales destacan en su sitio web: http://www.martinR.com/. Él conversó con El Financiero sobre la programación y su evolución en Latinoamérica.

-¿Por qué la edad promedio de los programadores continúa, después de tanto años, siendo menos de 30 años?

-La programación puede ser encarada de distintas maneras. Están los “codificadores” que escriben código casi mecánicamente, y están los que la elevan a una forma artística. Ambas demandan una actividad intelectual muy desgastadora, pero solo la segunda forma crea un retorno cuyo nivel de satisfacción permite revitalizarla. Como hay pocos que pueden lograr esa segunda forma, son pocos los que “sobreviven” mucho tiempo.

-¿Por qué no duran los programadores siendo programadores?

-A mí me han convertido en analista de sistemas, en arquitecto de software, en chief software officer, posiciones donde si no hubiera tenido el retorno satisfactorio de mi propia actividad creativa, hubiera fácilmente caído en el “yo ya no programo más”.

“Encontré todo lo contrario, cuanto más afirmo mi actividad, mejores son los resultados y más agradable el retorno. Creo que es así en otras actividades también. Lo importante es la actitud que uno tiene para hacer lo que hace”.

- ¿Qué has oído del software de Costa Rica?

-Me han invitado varias veces a participar en proyectos de software en Costa Rica. Lamentablemente hasta ahora no se concretó ninguno, pero el nivel que en esos casos me presentaron es muy atractivo.

-¿Es Latinoamérica buen productor de programadores?

-Aparte del nivel creativo, un buen programador debe tener una enorme capacidad para resolver problemas. Los latinoamericanos hemos estado expuestos a dificultades en todos los rincones y por ende estamos bien entrenados para resolver problemas, inesperados o tan grandes que en un principio parecen no solo imposibles ¡sino insoportables!

-¿Cuál es el factor más importante para la producción de buenos programadores?

-En esta entrevista he hablado de “capacidad creativa”, “capacidad para resolver problemas”, faltaría agregar “capacidad de abstracción”. En la ciencia, tecnología, medicina, economía y en la sociedad en general, estamos siempre enfrentados con problemas que sobrepasan nuestra capacidad para encararlos. La educación matemática, la científica y la educación ingenieril, proveen el ambiente para el desarrollo de la capacidad de abstracción que nos permiten comenzar a resolverlos.

-¿Es diferente el software que escribimos en Latinoamérica del que escriben en el primer mundo? ¿Aceptas escribir cualquier tipo de software?

-El software por suerte, goza de una característica especial, no tiene nacionalidad. Tiene si, idioma, pero no el humano; el software se expresa en lenguajes de programación.

“Los lenguajes se usan en aplicaciones de distinta índole. Yo le he escapado siempre, a las actividades meramente comerciales. Me gusta más la aplicación de técnicas ingenieriles donde la capacidad creativa es enormemente más rica.

“La programación por supuesto depende también del ámbito en el que se desarrolla. Los sistemas operativos proveen ese ámbito y determinan entonces la calidad del ambiente”.

-Si no es indiscreto, ¿nos podrías decir cuánto ganas? ¿Podrías ganar algo semejante en Latinoamérica?

-No es indiscreción. En mi trabajo, el equivalente en dólares que gano anualmente es aproximadamente: 5!k (Para los no matemáticos esto significa 5 factorial k ó 5 x 4 x 3 x 2; es decir, US$120.000).

-¿Qué le aconsejarías a un joven programador que empieza a planear su carrera?

-Que el software no muerde, y que no le tenga miedo jamás a lo desconocido. Lo que hoy parece difícil, mañana, pero literalmente en 24 horas, le resultará trivial.

“Además, que cuando algo le parece imposible, que se acuerde del efecto Eureka, y de la felicidad que es ver nacer la resolución del problema, o encontrarle la razón de ser del bug ese que lo detuvo todo el día. Cuando diseñe software, que lo haga simple; la gente en general lo complica todo, sin necesidad alguna”.



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Artículo publicado en El Financiero, edición 482 del 27 de setiembre al 3 de octubre del 2004, página 29.
Reproducido con autorización por escrito de El Financiero.