Belly Dancing
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Sobre todo somos buenos, muy buenos amigos, y lo charlamos todo, hasta
aquellas cosas que nunca nunca se las contamos a nadie.
El sábado pasado nos encontramos en un show de belly - dancing.
Estaba hermosísima. Se lo dije, me respondió que cuando está conmigo, así se siente,
nos quedamos mirando, sentaditos enfrente a la pista de baile.
Ojos enormes, ventanas de su alma maravillosa, ojos charletas, ojos
profundos, mirada entera abrazante, irradiando colores de corales.
En ése momento no hubo palabras,
sólo chispas que comenzaron a brincar,
como estrellas fugaces, desde sus ojos... Oí mensajes, entraron vibrando a todo
galope, me sacudieron, me hicieron vibrar todo.
Me sentía -totalmente zarandeado-
Los chispas crecieron, se transformaron en fuegos artificiales,
su cuerpo entero, mostraba los colores del canvas donde nos encontrábamos.
Aún cuando muy bien sentaditos frente a la pista, fue dificil ver la realidad
exterior, la pasión, aún sin tocarse, viniendo desde sus ojos, me despertó cada
rincón de piel, tenía frío y tenía calor, me palpitaba todo.
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